La
práctica del amor a uno mismo empieza por la mente.
Debes aprender a controlar tus pensamientos. Esto requiere
ser muy consciente del presente cuando te comportas de una
forma destructiva.
Si
logras pescarte haciéndolo, podrás empezar a
enfrentarte de una manera positiva con el pensamiento que
inspira semejante conducta.
Descubres
que has dicho algo como: "En realidad no soy tan listo;
fue cuestión de suerte el que me sacara una nota tan
alta en el examen". Entonces debería sonar una
campana de alarma en tu cabeza. "Acabo de hacerlo otra
vez. Me comporté de una manera autodespreciativa, como
si me odiara a mí mismo.
Pero
ahora estoy consciente de ello y la próxima vez evitaré
decir esas cosas que he estado diciendo toda mi vida".
Tu
estrategia es corregirte en voz alta, diciendo: "Dije
que tuve suerte pero en realidad la suerte no tuvo nada que
ver en ese asunto; me saqué esas notas porque las merecía".
Esto representa un pequeño paso hacia la autoestima,
este paso consiste en reconocer tu comportamiento autodestructivo
en el momento presente y en decidir actuar de una manera diferente.
Antes tenías una costumbre; ahora eres consciente de
que quieres ser diferente y que has elegido lograrlo.
Es
como aprender a conducir un auto. Con el tiempo habrás
adquirido un nuevo hábito que no necesitará
que estés constantemente alerta ni consciente al respecto.
Muy pronto y con toda naturalidad empezarás a actuar
con respeto y amor a ti mismo.
Con
tu mente actuando ahora a favor tuyo en vez de en contra tuya,
se vislumbran en el horizonte una serie fascinantes actividades
de autoestima.
He
aquí una breve lista de esta clase de comportamiento
que luego podrás ampliar cuando consigas un sentido
de autoestima basada en tu propia valía.
-
Escoge una serie de reacciones nuevas ante las tentativas
de los demás de llegar a ti con amor y aceptación.
-
En vez de dudar inmediatamente de la sinceridad de cualquier
gesto afectivo, acéptalo con un "Muchas gracias"
o "Cuánto me alegro que pienses así".
-
Si hay alguien por quien sientes verdadero amor, díselo
de frente: "Te amo" y mientras observas su reacción
puedes darte una palmadita en la espalda por haberte atrevido
a correr ese riesgo.
-
En un restaurante, pide algo que realmente te guste sin
preocuparte por lo que pueda costar. Date un verdadero gusto
porque lo mereces. Empieza a elegir las cosas que más
te gusten en todas las situaciones, incluso en los mercados
y negocios de comestibles. Date el lujo de adquirir tu producto
favorito, sea lo que sea, porque lo mereces. Abomina y destierra
toda conducta abnegada en la que te niegues a ti mismo a
menos que sea absolutamente necesario. Y rara vez lo es.
-
Al cabo de un día agobiante y después de haber
comido mucho, toma una siesta o da un paseo por el parque,
incluso si tienes mucho que hacer. Te ayudará a sentirte
cien por cien mejor.
- Inscríbite
en alguna organización o anótate para tomar
parte de alguna actividad que te gusta. Quizás has
estado postergando hacerlo porque tienes tantas responsabilidades
que simplemente no tienes tiempo para ello. Al escoger amarte
a ti mismo y coger las tajadas de la vida que te apetecen,
los demás, a los que tú sirves, aprenderán
también a tener confianza en sí mismos. Y
descubrirás que no sientes resentimiento hacia ellos.
Los servirás porque eliges hacerlo y no porque tienes
la obligación de hacerlo.
-
Elimina la envidia reconociéndola como una manera
de rebajarte a ti mismo. Al compararte con otra persona
e imaginarte que eres menos querida que ella, haces que
otros sean más importantes que tú. Mide tus
propios méritos comparándolos con los de los
demás.
Recuérdate
a ti mismo que:
-
un tercero puede preferir a otra persona sin que ello sea
un reflejo negativo de tu persona, o,
-
si eres o no elegido, por cualquier persona significativa,
no quiere decir nada, pues no es así como evalúas
tu propio mérito. Si haces así, estás
condenado a dudar de ti mismo eternamente, porque siempre
estarás pendiente de cómo sentirá alguna
otra persona en cualquier momento de cualquier día.
Si él o ella escogen a otra persona, la elección
es un reflejo de su personalidad y no de la tuya.
Con
la práctica y la costumbre de amarte a ti mismo, cualquier
circunstancia que antes te daba celos o envidia funcionará
de manera inversa. Creerás tanto en ti mismo que no
necesitarás ni la aceptación ni el amor de los
demás para sentir que vales.
-Tu
actividad basada en el amor a ti mismo puede incluir nuevas
formas de tratar a tu cuerpo, tal como elegir comida buena
y nutritiva; eliminar el exceso de peso (lo que puede ser
un riesgo para la salud a la vez que una buena indicación
de autorrechazo); hacer pases en bicicleta o caminatas regularmente;
hacer muchos ejercicios saludables; salir a disfrutar de la
naturaleza y al aire puro porque es agradable y uno se siente
bien; y en general cuidando tu cuerpo para que sea atractivo
y goce de buena salud. Siempre que tú quieras ser sano.
¿Por que? Porque eres importante y te vas a tratar
como si lo fueras. Un día entero pasado encerrado o
llevando a cabo actividades aburridas es un voto de hostilidad
hacia tu propia persona. A menos que te guste estar encerrado,
en cuyo caso tú habrás elegido esa situación
que entonces será válida.
Estas
y muchas acciones similares son típicas de la gente
que se ama a sí misma. Puede que ha menudo pongan en
entredicho las lecciones que has aprendido en tu vida. En
un momento dado, fuiste la negación del amor a uno
mismo. Cuando niño sabías instintivamente que
valías mucho.
Ahora
repasa esta pregunta:
¿Puedes
aceptarte a ti mismo sin protestar?
Enviado
por Graciela E. Prepelitchi
|