Un
estudio encontró que las personas que tienen sobrepeso
o son obesas tienen 50 por ciento más probabilidades
de la enfermedad
Por
Alan Mozes
Reportera de Healthday
JUEVES
5 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- Los individuos
que tienen sobrepeso o son obesos tienen 50 por ciento más
probabilidades de desarrollar asma que los hombres y mujeres
de peso normal, según sugiere una investigación
reciente.
Por
tanto, los esfuerzos de salud pública para controlar
el asma deben enfatizar la importancia de mantener un peso
saludable, afirman los investigadores en la edición
de abril del American Journal of Respiratory and Critical
Care Medicine.
"El
mensaje final es que tener exceso de peso parece aumentar
significativamente el riesgo de asma", afirmó
el coautor del estudio, el Dr. E. Rand Sutherland, del Centro
judío nacional médico y de investigación
(NJMRC, por su sigla en inglés) en Denver. "Pero
hay que advertir que hasta que se hagan más estudios,
no estará claro exactamente qué tipo o gravedad
de asma está presente en las personas obesas".
Según
los U.S. National Institutes of Health, el asma es una enfermedad
crónica incurable, pero usualmente controlable, que
consiste en la inflamación y estrechamiento de las
vías respiratorias por las que el oxígeno entra
y sale de los pulmones.
Normalmente,
la enfermedad provoca respiración sibilante, tos e
hipersensibilidad a las alergias de manera recurrente. Afecta
a aproximadamente 20 millones de estadounidenses, entre ellos
9 millones de niños.
Una
encuesta nacional reciente encontró que alrededor del
65 por ciento de los estadounidenses son obesos o tienen sobrepeso,
y las investigaciones ha sugerido durante mucho tiempo relaciones
entre el asma y la obesidad.
En
este estudio, Sutherland y su colega del NJMRC, el Dr. David
A. Beuther, evaluaron datos anteriores sobre el índice
de masa corporal (una medida de la grasa corporal basada en
la estatura y el peso) de pacientes adultos de asma.
Observaron
los datos de siete estudios anteriores llevados a cabo entre
1966 y 2006 en los Estados Unidos, Canadá y Europa.
En conjunto, estos estudios habían observado el IMC
y el asma en más de 333,000 pacientes de asma grave.
Durante
la revisión de datos, Sutherland y Beuther adoptaron
las normas estándares sobre el IMC, que definen el
"peso normal" como un IMC inferior a 25, el "sobrepeso"
como un IMC entre 25 y 29, y la "obesidad" como
in IMC superior a 30. Por ejemplo, una persona que mide 5
pies y 6 pulgadas (1.7 metros) y pesa 145 libras (66 kilos)
tiene un IMC de 22.
Las
probabilidades de desarrollar asma aumentaron el 50 por ciento
entre los pacientes que tenían un IMC de 25 ó
más, y el riesgo se elevó junto con el peso,
según encontró el estudio.
Las
mujeres y los hombres parecieron ser igualmente susceptibles
a la relación entre el peso y el asma, añadieron.
Según
estos hallazgos, los investigadores consideran que el asma
debe añadirse a la larga lista de enfermedades (que
incluye la diabetes, la apnea del sueño, el accidente
cerebrovascular, la enfermedad cardiovascular y la artritis)
para las que un exceso de peso constituye un factor de riesgo.
Teniendo
en cuenta que actualmente se considera que dos terceras partes
de la población adulta de los EE.UU. tienen sobrepeso
o son obesas, eso significa que más millones de estadounidenses
podrían estar en riesgo de desarrollar asma de lo que
antes se pensaba.
Una
buena noticia es que "una pérdida de peso significativa"
podría potencialmente reducir los casos de asma hasta
en 250,000 cada año, señalaron los investigadores.
Sin
embargo, no toda persona que tenga exceso de peso y síntomas
respiratorios tiene asma necesariamente. Los expertos anotaron
que el peso excesivo puede causar una reducción del
volumen pulmonar, restricción de la pared del tórax
y falta de aire que no se relacionan con la enfermedad.
"Si
tiene sobrepeso y síntomas respiratorios, no tiene
que pensar automáticamente que tiene asma", apuntó
Sutherland. "Pero por supuesto, probablemente sería
apropiado hacer que tales síntomas reciban mayor evaluación".
El
Dr. Norman H. Edelman es el funcionario médico principal
de la American Lung Association y profesor de medicina preventiva
y medicina de la Universidad de Stony Brook en esa ciudad
del estado de Nueva York. Afirmó que los hallazgos
sobre el sexo fueron los más interesantes.
"Hay
mucho trabajo que ha sugerido que el efecto [de la obesidad]
se veía en las mujeres, pero no en los hombres",
señaló. "Ciertamente, en términos
de mi propia práctica clínica, veo pacientes
de asma de ambos sexos que son difíciles de manejar
y muchos de ellos tienen sobrepeso. Pero es algo que no estaba
claro para los hombres. Por eso, este análisis es valioso".
Aún
así, estuvo de acuerdo en que probar una relación
de causalidad es difícil.
"El
problema con el asma es que, a diferencia de muchas otras
enfermedades, no es como encender un interruptor. No se trata
de tenerla o no tenerla. Hay muchas personas que tienen un
poco de asma y ni se han enterado", aseguró Edelman.
"Así que no está claro si la obesidad en
realidad causa la enfermedad o tal vez transformando un asma
preexistente no diagnosticado en asma grave. Entonces, no
creo que diría que la obesidad causa el asma. Pero
ciertamente es un factor de riesgo de asma clínicamente
significativo".
http://healthfinder.gov
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